Algo hay en mi boca que calla,
Cada vez que el reloj va a marcar,
El silencio del hombre que aguarda,
Y que sabe tan solo esperar;
Un son triste en mi voz cuando canta,
Un temblor al querer respirar.
Algo hay del insomnio en las noches
Algo hay del desgano al clarear,
Que es compás que acelera el latido,
Y que es pausa que siento al andar.
¡Qué será, quién lo sabe, Dios mío!,
Tengo sed, no la puedo saciar.
Tengo sed o quizá tengo frío
Yo me esfuerzo en quererlo explicar:
Ansiedad de unos pasos que he visto
Presurosos cruzarse y parar
Y dejarme leyendo mil veces
Lo que en una se puede alcanzar.
Ansiedad de los ojos que huyen
Cada vez que los vuelvo a encontrar;
Del encuentro casual de las tardes
Y probable ocasión de charlar,
De la charla en que digo cien cosas
Y en que quiero doscientas borrar.
Algo hay en mi alma que espera
Que no sea infructuoso esperar
A que acaso ella espere lo mismo
Cada vez que el reloj va a marcar,
Y que sienta la sed, sienta el frío
Que me esfuerzo en querer explicar.