¿Se ha preguntado alguna vez por qué los últimos cuatro presidentes de El Salvador no tienen título universitario? ¿Casualidad? En realidad, es causalidad. Examine el discurso popular: “ya tuvimos presidentes preparados y son los más ladrones”, “creen que por tener un título valen más que los demás”, “yo no soy licenciado, pero ando en buena nave y tengo buena casa”, “Steve Jobs y Zuckerberg no terminaron la universidad”, “a quién le importa la ortografía”, “para qué voy a seguir estudiando. Mejor me voy pa’l Norte y regreso con plata”, “¡licenciado y trabajando en un Call Center!”, “la mejor universidad es la calle”, “hay genios sin estudios e idiotas con doctorados”. ¿Lo ve? No era casualidad. Es un fenómeno sociológico denominado anti intelectualismo, y que el escritor Isaac Asimov resume como “culto a la ignorancia (…) la falsa idea de que la democracia consiste en que “mi ignorancia es tan válida como tu conocimiento”.